La mejora de los derechos de los trabajadores chinos
El tópico de que los productos chinos son tan baratos en España porque los trabajadores que los producen tienen unas condiciones laborales de semi-esclavitud va camino de convertirse en un tópico totalmente desconectado de la realidad de la sociedad china.
El salario anual de un trabajador chino crece actualmente a un ritmo del 10% anual, algo que va a configurar un escenario económico muy interesante para los próximos años: Si los costes de producción crecen, la pujante economía china se va a ver afectada y el país va a perder gran parte de su competitividad.
En cualquier caso, es una realidad que en China los derechos de los trabajadores mejoran año tras año, a la par que sube la conflictividad social y la reivindicación de más derechos mediante huelgas y protestas violentas.
La respuesta por parte de las empresas que han invertido en el gigante asiático no se han hecho esperar y han vuelto a deslocalizar su producción, trasladando parte de su industria a otros países cuyos costes salariales son todavía asequibles, como por ejemplo India.
En todo caso, el crecimiento de la economía, junto con la necesidad de un aumento exponencial de la producción, da un poder enorme a los trabajadores chinos, que se organizan de forma paralegal al estar prohibidos los sindicatos no adeptos al régimen. Es curioso, sin embargo, que la mayoría de las reclamaciones de los trabajadores versan exclusivamente sobre cuestiones salariales. En un país habituado a las horas extras, las condiciones laborales no son aún motivo de disputa.