El otro día empezamos un repaso a las tácticas fundamentales para mantener una empresa a flote (y hacerla prosperar) en un entorno hostil. Aquí van unas cuantas propuestas si eres de los están dispuestos a salir ahí fuera con un cuchillo entre los dientes:
a) Si tu competidor baja los precios, ¡Contraataca!
Parece que una bajada de precios generalizada por parte de tu principal rival puede ser tu ruina. No necesariamente. Si tus clientes reciben la visita de tu rival y éste les ofrece una bajada de precios, haz exactamente lo mismo. No exactamente en realidad, no bajes tus precios, esa espiral te destruirá. La respuesta consiste en visitar TÚ a SUS mejores clientes. Cuando descubran que no reciben el mismo trato que las nuevas adquisiciones, tu rival estará en problemas. Salvo que sea un verdadero kamikaze, desistirá. Además, has tenido la posibilidad de presentar tu producto a sus clientes, por lo que trasladas el juego al campo contrario. ¡De cada crisis nace una oportunidad!
b) Cuidar tu producto es esencial.
Olvídate de la premisa de que el cliente es lo más importante. Demuestra que tu producto es el mejor y volverán cada vez que lo necesiten. Hazles sentir especiales y te abandonarán a la segunda vez que el producto falle. No digo que descuides el trato al público, eso es un suicidio. Pero todos conocemos como rinde un Ferrari y prácticamente hay que pedirles permiso para poder comprarlo.
c) La información no sale barata.
Lucha contra ese mito y optimiza tus recursos. Hazte con toda la información de tus rivales que figura en del INE, en el Registro de Propiedad, en el Mercantil. Como último recurso no lo dudes y compra una cantidad mínima de acciones y siéntate a esperar que aparezcan en tu buzón los balances y resultados de cada ejercicio.
d) El personal es caro.
Sólo si gastas cantidades innecesarias en externalizar la contratación con empresas de gestión de recursos humanos. ¿Tienes varios empleados que pueden ascender a Jefes de Venta? ¿Alguno sabe el nombre de pila de sus clientes y es capaz de decirte de memoria el teléfono de cuatro o cinco de ellos? Ese es tu hombre.
e) Los beneficios son una trampa mortal.
Duérmete en los laureles y despertarás sin garganta. Los beneficios son sólo una tregua, plantéate por donde vendrá el siguiente golpe y cuál debe ser tu siguiente paso. La batalla del mundo de los negocios se pierde cuando dejas de luchar por que el mañana sea mejor que el ayer. Confórmate y estás perdido.
f) ¿David contra Goliat?
Ningún chaval que hace limonadas piensa en competir contra Coca Cola. Pero sí puede competir con sus precios en su ámbito territorial. Para una empresa nacional o internacional igualar esa bajada de precios significa tener que hacerlo en todo su territorio, algo que no parece posible. Aprovecha el talón de Aquiles que significa tener una empresa demasiado grande y bórralos del mapa. Al menos en tu territorio.
¿Te parece poco? En la próxima entrada volveremos con otros cuantos consejos sobre cómo maximizar tus fortalezas como empresario.